Era un lunes por la noche y yo disfrutaba de un profundo sueño. cuando de repente, sentí que me acechaba una mirada.Me desperté sobresaltado y efectivamente encima de la estanteria de al lado del escritorio, donde debía estar mi barquito, relucía una mirada. Encendí la luz pero no vi nada raro, miré el despertador y vi que eran las tres y media de la madrugada, pasé toda la noche en vela.
En el colegio en el recreo cuando se lo conté a mis amigos se rieron de mí. Por la tarde cuando volvía a mi casa de hacer skate , me encontré toda la habitación desordenada.
Al día siguiente , estuve todo el día ideando una trampa para capturar a lo que fuera aquello que me espiaba noche tras noche, como estuve en todas las clases distraído la profesora me puso un parte y lo peor fue la bronca de mis padres.
Esa noche estrené la trampa, pero no funcionó. Los demás días pasaron igual. Probé todos los cebos, choped, mortadela, macarrones... hasta que al vigésimoprimer intento , probé con un cubito helado que contenía : babas de sapo, tripas de babosa, ojo estrujado de lagartija, piel de serpiente frita, plutonio y agua para poder congelarlo , y sorprendentemente dio resultado.
Al final resultó ser mi roboboa que se le habían cruzado los cables y se ponía sola en modo agresivo.