Esta historia trata de una familia marroquí y sus metas. También habla de lo que ha avanzado Marruecos en los derechos de los niños, de la opinión del padre sobre emigración y la mala de interpretación de su religión (la musulmana) en su país.
La ilusión del padre que tiene 54 años, es que tanto sus tres hijos como su hija estudien.
Me parece muy bien su confianza en que progrese más su país y que sus hijos gocen de los derechos que les pertenecen como personas y más como niños.
Oualid el hijo mayor de 12 años, quiere llegar a ser arquitecto, para hacerle una buena y gran
casa a sus padres y hermanos para que vivan bien.Es un niño que sabe apreciar lo que tiene,
le ofrecieron un balón mejor y más nuevo que su balón dorado, además de una cometa y no lo quiso, prefirió la cometa.
Me parece estupendo lo que quiere llegar a ser Oualid de mayor, aún siendo hijo de una familia tan humilde, de un guarda de seguridad de una fábrica de azulejos, que solo gana 1550 dhiram
al mes. Y me ha encantado que sabe apreciar lo que tiene.
Lo que más me ha impactado del texto es la diferencia de 20 años de edad entre el padre y la madre, porque a las mujeres las obligan en ese país a casarse con el hombre que quieran sus padres además siendo muy jóvenes y la manera de ser de Oualid, el protagonista.